Veblens | Fundamento estructural
Una visión compartida junto a:
Andrés Jácome
La línea es el comienzo de todo. Antes de la forma, del trazo complejo o del volumen, está ese gesto primario: una dirección, una intención. En arquitectura, en escritura, en diseño, la línea representa posibilidad y, a la vez, límite. Para Veblens, no es un adorno ni un símbolo gráfico. Es estructura, base y dirección. Un punto de partida silencioso desde el cual se proyecta una forma de construir: sin ruido, sin ornamento innecesario, con claridad.
Más que una figura, la línea funciona como método: una forma esencial de iniciar, organizar y sostener. Está presente en el corte de una prenda, en la progresión de tallas, en un gráfico de comportamiento o en la lectura de una proporción. Como trazo técnico o como pausa visual, permite que las cosas existan con sentido. En Veblens, esa lógica se traduce en cómo pensamos cada elemento: funcional, necesario, versátil. Lo que no cumple un propósito, se descarta.
Por eso hace parte del logo. No para representar algo externo, sino para encerrar visualmente los principios del proyecto. Atemporalidad, funcionalidad, silencio y pensamiento. La línea no envejece, no necesita explicarse, no grita. Solo está. Y al estar, organiza. En esa presencia contenida y coherente se condensa todo lo que Veblens propone: construir desde lo esencial, afirmando con calma.
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Andrés Jácome
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La línea es el comienzo de todo. Antes de la forma, del trazo complejo o del volumen, está ese gesto primario: una dirección, una intención. En arquitectura, en escritura, en diseño, la línea representa posibilidad y, a la vez, límite. Para Veblens, no es un adorno ni un símbolo gráfico. Es estructura, base y dirección. Un punto de partida silencioso desde el cual se proyecta una forma de construir: sin ruido, sin ornamento innecesario, con claridad.
Más que una figura, la línea funciona como método: una forma esencial de iniciar, organizar y sostener. Está presente en el corte de una prenda, en la progresión de tallas, en un gráfico de comportamiento o en la lectura de una proporción. Como trazo técnico o como pausa visual, permite que las cosas existan con sentido. En Veblens, esa lógica se traduce en cómo pensamos cada elemento: funcional, necesario, versátil. Lo que no cumple un propósito, se descarta.
Por eso hace parte del logo. No para representar algo externo, sino para encerrar visualmente los principios del proyecto. Atemporalidad, funcionalidad, silencio y pensamiento. La línea no envejece, no necesita explicarse, no grita. Solo está. Y al estar, organiza. En esa presencia contenida y coherente se condensa todo lo que Veblens propone: construir desde lo esencial, afirmando con calma.
